En Colombia los buenos periodistas no son buenos para el país; es decir, al gobierno y a muchos que tienen el poder no les interesa ni un poquito que los buenos escritores y que los que quieren salvar por momentos la libre expresión sean queridos por comunidad.
Éste periodista quien llevaba años en las columnas del periódico El Colombiano fue despedido por una reorganización en dicho periódico; creo que todo fue un fachada, pues ya el periodista se sentía en la libertad de dar a conocer a la comunidad temas de indagación y sobre todo no se puede tener por mucho tiempo a una persona en un lugar porque se entera de todo, de lo que le conviene al medio sin importar si los periodistas o el cuerpo de trabajo esta de acuerdo.
La inquietud de muchos periodistas es ver como el talento se deja a un lado y la libre expresión es censurada por aquellos que consideran que el poder manipula la información y qué piensan quienes van detrás de Restrepo que fue sumamente importante para el periódico y para el país. Ahora solo queda esperar que los periodistas tomen un verdadero cambio sobre lo que sucede con los que están en los medios y con nosotros los que vamos hacia el mismo lado.
La manipulación y las fachadas hacen vigente el poder y la comunidad se reusa a salir de la esclavitud en la que se encuentra sumergida.
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